Sin Brillo el Madrid
Edgard Tijerino/END
¿Qué jugador del Barcelona habrá podido aguantar ver por 90 minutos a
un perezoso Real Madrid, derrotar por 1-0 al inadvertido Zurich, octavo
lugar de la modesta liga Suiza que cuenta con diez equipos?
Posiblemente ninguno.
Con excepción de unas tres o cuatro gestiones de Kaká, todavía sometido
a discusión, el gol de Higuaín a los 20 minutos y el ingreso de
Cristiano Ronaldo con sus cabriolas, no se vio algo interesante en un
juego bostezante. Quedó la impresión de que este Madrid será pescado
frito el domingo durante el duelo Clásico con el Barcelona.
Kaká aportó ciertas ideas, en tanto Xavi Alonso por momentos, mostró
agilidad bien orientada agregando su fortaleza, pero este Madrid se
encuentra muy distante de la sincronización que consigue con facilidad
el Barcelona, y sobre todo de la profundidad ofensiva azul-grana.
Trabajar tanto por el centro sin producir ideas y maniobras claras, el
no poder aprovechar las rayas y sentirse apretado en el área por una
defensa que no tiene verdaderos mastines, preocupa seriamente cuando el
Barcelona te espera en la vuelta de la esquina.
A los 20, Kaká que obligó previamente a un manotazo salvador del
arquero Leoni, recibió una pelota entre dos. Como es habitual, supo
moverse, fabricar el pequeño espacio y entregar de inmediato a Higuaín,
quien soltó el taponazo de zurda sacudiendo los cordeles. Se pudo
lograr algo más, pero un tiro de Marcelo rebotó en el madero.
Ganó el Madrid, pero su fútbol no impresiona porque sigue siendo gris,
sin la capacidad de agresión que tantas contrataciones gruesas parecían
asegurar.
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